EL SANTO
EL SANTO (EL HIERRO)
Análisis musical
Se trata de una breve tonada que normalmente consta de dos solistas vocales y un tambor herreño. Hombre y mujer se alternan para lanzarse letras picantes cada uno a la altura que mejor se adapte a su rango vocal. La distancia entre ambas melodías suele rondar a la 4ª justa, pero no de una manera exacta o medida que nos lleve a pensar que exista una voluntad de temperamento entendido en los parámetros de la música académica occidental. El compás es de 3/4 y en tempo ligero. El modo es jónico y, a diferencia de las melodías de pito, el discurrir de los solistas es sencillo y sin ornamentos, más centrado en el entendimiento del texto que en grandes alardes musicales.
Historia
Según refiere Lorenzo Perera (1989) El Santo fue antaño una danza de gran popularidad que paulatinamente fue perdiendo esa faceta coreográfica para tornarse en una suerte de controversia hombre-mujer que podía tener dos cometidos. El primero era el cortejo amoroso, y musicalmente era más lento y reposado. El segundo es el “Santo fuerte”, en la que los contendientes se valían de su ingenio para verter todo tipo de figuras alegóricas que dejaran entrever la temática sexual de fondo.
Apunte antropológico
Ya fuera abocado a un cortejo romántico o dedicado a sacar a relucir hilarantes alegorías verdes, El Santo representa una estrategia más de las muchas que observamos en Canarias que tienen el velado fin de medir la capacidad intelectual y la rapidez en el manejo del léxico, cualidades sin duda a valorar en un posible pretendiente/a. Es importante emparentar este género con algunas incorporaciones que también están relacionados con el repentismo. Las loas o el punto cubano son también manifestaciones que en El Hierro alcanzan cuotas reseñables.