TANGO
TANGO HERREÑO (EL HIERRO)
Analisis musical
Procederemos en este apartado a describir la versión del tango herreño más interpretada dentro y fuera de la isla, es decir, la que en la actualidad achacamos a la Agrupación Folklórica de Sabinosa. Véase el apartado de historia para saber cómo llegamos a la misma. Por un lado, la solista femenina también llamada “danza” va a entonar una repetitiva melodía en modo eólico mientras se auto acompaña. Esta melodía se distribuye en versos pentasílabos que frecuentemente cortan palabras que son retomadas en el siguiente verso tal que así: “y yo canto aquí / y canto en La Haba / ana y canto en el / el Pinar del Rí / ío como es / como el mundo es mí / ío canto don / onde me da ga / gana nai tiri niri…”. Además, tanto para abrir como para cerrar el ciclo de ocho versos pentasílabos se emplea el guineo “lay la nai tiri na na, lai na nai tiri niri”. La performance del tambor presenta también varias peculiaridades. Normalmente la mano derecha porta un “palo” o baqueta que va a percutir el aro y el parche simultáneamente mientras que la izquierda va a golpear directamente sobre el cuerpo metálico del tambor o sobre el aro. Se obtiene así un discurso ternario en el que podemos identificar cuatro notas de percusión distintas. En lo concerniente al pito identificamos en esta versión cuatro melodías distintas que desarrollan en torno a un modo eólico de Mi… pues el pito empleado para este género es distinto del que se emplea en La Bajada. Mientras que este está afinado en Sol y suele estar hecho de latón, los de La Bajada suelen estar afinados en Mi y construidos en PVC, que paulatinamente ha ido sustituyendo a los materiales como la madera de loro o la caña. Por último, los temerarios bailarines tañen las chácaras al tiempo que desempeñan su acrobática actuación.
Historia
No existe un consenso en lo relativo a la procedencia del tango herreño. Etimológicamente la palabra tango parece tener su origen en África occidental, y sería su población la que extendería esta voz por Canarias y América en alusión al “baile” o la “reunión festiva”, si bien parece poco probable la existencia de una relación real entre el tango herreño y aquella población. Por otro lado, la palabra latina “tangere”, que significa “tocar”, parece otro posible origen. Por su parte, Lothar Siemens, cavila en torno a la posibilidad de que la palabra “nay”, tantas veces empleada en este género, podría referirse a la conocida flauta oblicua presente en el Magreb y en los Orientes Próximo y Medio, siendo “tiri niri” una simple onomatopeya de su sonido. Desde el siglo XIX las fuentes nos presentan el tango como un género más que consolidado en la población herreña. En 1859 Álvarez Rixo escribiría: “…Estos naturales, en medio de su habitual penuria, se alegran frecuentemente bailando el Tango o zapateado al son del pandero y castañuelas, cuyos instrumentos hemos visto aras toscos en su fabricación”. En lo que concierne al siglo XX, la historia del tango es comparable a la del resto del folklore canario. Parece sufrir un importante retroceso a principios del siglo probablemente alimentado por la migración y el colapso político del país. Otras modas como la habanera, los géneros de cuerdas como La Mazurca y el folklore de migración también contribuyeron a que este perdiera arraigo. En 1936 la Agrupación Folklórica de Sabinosa hizo una muy sonada actuación en Tenerife que sin duda auguró un prometedor futuro para la visibilidad de la música herreña, pero la Guerra Civil Española actuó como un mazazo para la cultura a nivel nacional que dejó tras de sí once años de silencio. La siguiente salida se hace a Gran Canaria en 1947. Será en 1956 que la citada agrupación cosechará el mejor de los aplausos en el Certamen Nacional de Coros y Danzas celebrado en Madrid, coincidiendo con la recta final de la posguerra y la tardía industrialización del país, con el consiguiente abandono del campo y su cultura. Quizás a partir de este momento ya podemos afirmar que el tango obtiene un nuevo medio en el que brillar y mantenerse: el escénico.
Apunte antropológico
Inicialmente el Tango servía al propósito de la diversión, especialmente en las reuniones profanas celebradas al término de las labores agrícolas. Era una buena oportunidad para bailar por parejas y dar rienda suelta al cortejo. Esto se debe a que la coreografía en filas sería una incorporación muy tardía que introduciría Ambrosio Padrón para incrementar la vistosidad de la performance en un escenario. Este folklorista afirmaría: “El tango antes se bailaba la pareja una frente a la otra y empezaba cada uno el baile en su línea. Yo prescindí de ese porque al bailar en un teatro donde el público les aplaude uno al otro, yo eso lo veía ridículo. Yo lo que hice fue ponerlos en fila, al iniciar el baile daban un salto al frente y se quedaban virados para la pared. Antes no.”