SIRINOQUE
SIRINOQUE (LA PALMA)
Análisis musical.
Se trata de un compendio de movimientos variables en número, orden y naturaleza. Resumidamente podríamos decir que pueden constar de un romance, un toque de flauta bailado, los cantos o coplas bailados, las relaciones y el brindis. El romance lo desempeñaba un solista acompañado por un tambor pequeño y, en ocasiones, castañuelas. Puede ser cantado de memoria o improvisado, y el transcurrir del argumento es periódicamente interrumpido por un estribillo o responder. En compás ternario y en modo jónico o mixolidio, esta sección del Sirinoque es también un género en sí mismo que habitualmente se interpreta de manera independiente y en otros contextos. El toque de flauta habrá de llamar a los bailadores a construir dos filas enfrentadas en las que comienza el zapateado. La melodía es breve y sencilla. Una nota basal y otra a distancia de 8ª o 7ª rematada por un enérgico trino. Las coplas o cantos quedan a cargo de un solista el cual las interpreta en los modos jónico y puntualmente frigio, con una corta melodía construida en torno a pareados hexasílabos. Las Relaciones, a menudo también interpretadas fuera del Sirinoque, son unas controversias, normalmente entre hombres y mujeres, que se interpretan ad libitum y sin acompañamiento instrumental. En esta ocasión se cantan cuartetas de versos octosílabos en los modos jónico, mixolidio y frigio. Por último, se hace un brindis durante el Sirinoque o al término de este aludiendo al anfitrión o al motivo de la reunión.
Historia.
Su origen se remonta, como mínimo, a la conquista de La Palma. En ese temprano momento ya serviría al propósito del entretenimiento y el cortejo entre jóvenes pastores, paradigma que conservaría hasta años después de la Guerra Civil Española. Más tarde, con la industrialización, el auge de las clases medias y el progresivo abandono del medio rural serían las agrupaciones folklóricas orientadas al medio escénico y festivo quienes recogerían el testigo in extremis para salvar al género del olvido. Lothar Siemens y Talio Noda (1999) encuentran notables coincidencias entre el zapateado de esta danza y el desempeñado en el baile europeo de “El Canario”. Posteriores análisis musicológicos parecen liberar coincidencias melódicas de alguna de estas piezas con las recogidas en este género. De demostrarse este parentesco estaríamos hablando de una de las primeras y escasas aportaciones prehispánicas a la música y la danza europeas.
Apunte antropológico.
Las fuentes apuntan a su desempeño en las fiestas de finalización de cosecha y en las gallofas, es decir, partidas de trabajo agrario en la que los vecinos se iban turnando para trabajar colectivamente en los quehaceres de cada uno. Es, por tanto, un género festivo asociado a momentos de júbilo y celebración tras la dura zafra. Además, en las Relaciones, los jóvenes encontraban la oportunidad de cortejarse y lanzarse indirectas de contenido sexual, siempre alegóricamente.