Fundamental en el folclore gomero, es un instrumento construido, generalmente, con madera de mimbrera y parches de piel de baifo. Cuenta con un bordón o calacimbre metálico que da al tambor un sonido vibrante muy característico. Junto a las chácaras, el tambor gomero vertebra uno de los corpus musicales más añejos y distintivos de Canarias. Ensambles únicamente dotados de percusión y voz interpretan Romances, Santo Domingo, Tajarastes y Años Nuevos; todos géneros que entrañan una gran complejidad rítmica y melódica que se antoja indescifrable para los foráneos.